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Nutrición prenatal e infantil

La Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) está recomendando la suplementación prenatal con colina a partir del 13 de junio de 2017.
La colina es un nutriente esencial que ayuda a que el cerebro y la médula espinal del bebé se desarrollen adecuadamente.
Se cree que los niveles inadecuados de colina durante el embarazo afectan negativamente al desarrollo y al mantenimiento cognitivo a lo largo de la vida. El desarrollo del tubo neural y el hipocampo en el bebé también dependen en gran medida del consumo adecuado de colina.

La colina es un neurotransmisor ampliamente utilizado en el sistema nervioso y es un precursor necesario para producir acetilcolina que ayuda a transmitir los impulsos nerviosos.
Es habitual el uso de colina especialmente en bebidas lácteas dirigidas a estudiantes (rendimiento cognitivo en la escuela y la universidad).
Entre la población que envejece existe una preocupación creciente por mantener el cerebro y la mente saludables.

La colina facilita la comunicación rápida entre el cerebro y las fibras musculares y promueve la recuperación muscular después de movimientos repetitivos, los cuales ayudan a aumentar el rendimiento general.
Ayuda en la síntesis y optimización del óxido nítrico, que relaja los vasos sanguíneos para permitir el máximo flujo de oxígeno y nutrientes a los músculos.

La colina es un componente estructural de las membranas celulares.
Se necesita colina para la síntesis de fosfolípidos como esfingomielina y fosfatidilcolina.
Se puede agregar colina con fines nutricionales específicos en alimentos para usos nutricionales particulares: diabetes, cáncer, VIH.

Los derivados de colina ayudan en la prevención de: